El otoño es una de las estaciones más ricas en cuanto a alimentos de temporada. Frutas como la granada, la uva o la manzana, junto con verduras como la calabaza, la coliflor o la espinaca, llenan los mercados de colores y nutrientes que resultan fundamentales para la salud de los más pequeños. Esta variedad no solo aporta sabor y frescura a la mesa, sino que constituye la base de una alimentación equilibrada que favorece el crecimiento infantil y refuerza las defensas naturales en una época de cambios de temperatura y mayor exposición a resfriados.
Frutas de otoño y sus beneficios para los niños
Las frutas de temporada destacan por su aporte de vitaminas, minerales y fibra, elementos esenciales para el desarrollo saludable en la infancia. Algunas de las más recomendadas en otoño son:
- Manzana: rica en fibra y antioxidantes, favorece la digestión y protege el sistema inmunitario.
- Granada: con alto contenido en vitamina C, ayuda a prevenir resfriados y mejora la absorción del hierro.
- Uvas: fuente de energía natural gracias a sus azúcares saludables, perfectas para mantener a los niños activos durante el día.
- Caqui: aporta betacarotenos, beneficiosos para la vista y la piel.
Incluir estas frutas en meriendas, ensaladas o postres saludables es una forma sencilla y atractiva de que los más pequeños disfruten de sus propiedades nutritivas.
Verduras de temporada para reforzar la alimentación
Las verduras de otoño aportan vitaminas del grupo B, hierro, calcio y antioxidantes, indispensables para el desarrollo físico y cognitivo de los niños. Entre las más destacadas están:
- Calabaza: rica en vitamina A y en fibra, favorece la salud visual y la digestión.
- Brócoli y coliflor: contienen vitamina C y ácido fólico, clave para el crecimiento celular.
- Espinacas: aportan hierro, magnesio y calcio, fundamentales para la fortaleza ósea.
- Boniato: un alimento energético y saciante, ideal para los días más frescos.
Estas verduras pueden incorporarse en cremas, guisos, tortillas o incluso en purés, adaptándose a diferentes edades y gustos.
La importancia de seguir una alimentación saludable
Seguir una dieta equilibrada es fundamental en cualquier etapa del año, pero en otoño e invierno cobra especial relevancia. Durante estos meses, las bajas temperaturas y el incremento del tiempo en espacios cerrados favorecen la propagación de virus respiratorios como la gripe o los resfriados comunes. De hecho, organismos como la Organización Mundial de la Salud (OMS) señalan que una alimentación rica en frutas y verduras frescas contribuye a fortalecer el sistema inmunológico, lo que ayuda a reducir la incidencia de infecciones y mejora la capacidad de recuperación.
En el caso de los niños, mantener un aporte adecuado de vitaminas A, C y D, así como minerales como el hierro o el zinc, es crucial para que su organismo pueda defenderse de forma eficaz. Sin embargo, no siempre resulta sencillo que los más pequeños consuman todos los nutrientes necesarios en su dieta diaria. En estas situaciones, complementos como Vitade de Humana, formulado con vitaminas esenciales para la infancia, pueden ser un gran aliado. Este tipo de apoyo nutricional ayuda a cubrir posibles carencias y garantiza que los niños cuenten con la energía y la protección que necesitan en épocas de mayor vulnerabilidad.
Las frutas y verduras de otoño son un recurso fundamental para garantizar el correcto crecimiento infantil, aportando vitaminas, minerales y antioxidantes esenciales en esta etapa de desarrollo. Incorporarlas en la dieta diaria, de manera creativa y adaptada al gusto de los niños, ayuda a reforzar sus defensas y a mantener su energía en los meses más fríos. Y cuando la alimentación no es suficiente o resulta poco variada, complementos como Vitade de Humana ofrecen un apoyo extra, asegurando que los pequeños tengan todo lo necesario para crecer fuertes, sanos y llenos de vitalidad.
