Que los niños jueguen fuera de casa tiene multitud de beneficios. Estarán en contacto con la naturaleza, aumentarán su creatividad y su autonomía y mejorarán sus relaciones sociales. Además, es una buena manera de incentivar el ejercicio físico en los más peques y así prevenir la obesidad infantil, una enfermedad cada día más frecuente en esta sociedad.
Son muchos los juegos existentes al aire libre, como pintar en una pizarra, tener un arenero o jugar a juegos en la piscina con seguridad, todos ellos muy divertidos y variados para crear experiencias diferentes y días inolvidables en familia. Un buen ejemplo son las casitas infantiles para niñas y niños, opción perfecta para crear un espacio divertido y lúdico en el jardín.
Los juegos más divertidos al aire libre
Casitas infantiles
Si se tiene la ventaja de contar con un pequeño jardín en casa, los niños podrán disfrutarlo de una manera excepcional con, por ejemplo, una casita infantil de plástico o madera. Rápidamente se convertirá en el lugar de juegos preferido de la casa. De esta manera, estarán en contacto con la naturaleza, aprendiendo a quererla y respetarla. Además, estimularán su imaginación, factor muy importante en ciertas edades tempranas.
El hecho de contar con una casita, puede conseguir que los niños y las niñas se vuelvan más independientes y autónomos, pues disponen de un sitio propio donde guardar sus cosas y jugar con ellas, que les ayudará a ser responsables y cuidar de ellas. La idea de que tengan una casita infantil es para también disfrutar con otros niños, mejorando así sus relaciones sociales.
Pizarra en el jardín
Los beneficios del dibujo para los niños son múltiples: desarrollan el cerebro, la psicomotricidad, les relaja, desarrollan su faceta creativa y les da autoestima. Dibujar en general en pizarra les parece muy divertido. Además, no hay un malgasto innecesario de folios. Y, si a esto le sumas que pueden hacerlo al aire libre, supondrá una ventaja enorme porque podrán dibujar objetos más allá de los encontrados en las cuatro paredes de una casa.
Twister al aire libre
Si de por sí el juego de Twister es alabado por todos los miembros de la casa, jugarlo en el jardín cuando hace buen tiempo es todavía mejor. Se mostrará las habilidades, flexibilidad y el equilibrio de cada uno de los participantes. Solo se necesitan botes de aerosol de colores y…¡a jugar!
Un arenero casero
Llenar un cajón grande de madera, unos palets, una piscina hinchable o una rueda de arena puede ser un juego muy entretenido para los niños. Con poca cosa se puede hacer un arenero de lo más divertido. Será un espacio seguro que le ayudará al niño a estimular la curiosidad y la creatividad y el desarrollo físico y social.
Tiro al plato
Para hacer este juego al aire libre solo se necesitarán unos platos de plástico y saquitos o bolsas de tela rellenos con algo de peso. En este caso, ganará el que más puntos consiga al lanzar los sacos a los platos (cada uno de ellos con una puntuación). El niño podrá desarrollar la fuerza y la puntería, pero también aprender algo de matemáticas.
Carreras de barcos de jabón
Para esos días en los que el calor se vuelve insoportable tanto para adultos como para los pequeños de la casa, un juego muy resolutivo es el de las carreras de barcos de jabón en el agua. Crear los barcos es muy sencillo. Solo se necesita una pastilla de jabón, palillos y cartulina. Otras opciones, si no se tienen estos elementos, es hacerlos con esponjas o corchos. Este juego hará volar la imaginación de los niños y, además, puede ayudar a los que tienen miedo al agua a iniciarse en ese mundo y ver que no hay nada que temer.
Laberintos de cartón
Hacer un laberinto en el jardín parece una tarea complicada, pero es más fácil de lo que parece. La forma más sencilla es colocando lana o cinta adhesiva en el suelo para que los pequeños lo recorran. Pero una opción muy divertida es colocando cajas de cartón pegándolas unas con otras hasta formar túneles. Este tipo de juegos les ayuda a tener persistencia, a aumentar su concentración y ejercitar la mente y el ingenio.
Bolos caseros
Improvisando un juego de bolos con botellas de plástico decoradas como ellos quieran hará que los niños se diviertan y aprendan además los valores del reciclaje. Se recomienda rellenar los bolos con algunas piedrecitas para evitar que se vuelen y derrivarlos con, por ejemplo, una pelota de tenis. ¡Se lo pasarán bomba!
Juegos tradicionales
Sin duda, los juegos que no pueden faltar al aire libre son los clásicos. Saltar a la comba, las carreras de sacos o el pañuelo son siempre una buena opción si lo que se quiere es que el niño se desarrolle en un entorno abierto con otros niños o en familia y, además, mejore su estado físico.