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Los mitos de la convivencia entre gatos y bebés

pregnant woman petting a cat

Photo by Vlada Karpovich on Pexels.com

Cuando se trata de un primer embarazo, muchos padres se preocuparán más por empezar con buen pie, desear lo mejor para su familia en crecimiento y conocer los mitos de la convivencia entre gatos y bebés. Esto quiere decir que debes afrontar y solucionar muchos peligros potenciales, como preparar la casa a prueba de niños o simplemente asegurarte de que se puedan cumplir todas las responsabilidades. Si hay mascotas en el hogar, es comprensible que debamos tener en cuenta la cohabitación con un nuevo bebé. En el caso de los gatos, también existe la preocupación sobre el daño potencial para la madre y el feto durante el embarazo. Mucho de esto tiene que ver con ciertas enfermedades zoonóticas y parásitos como la toxoplasmosis.

Mitos de la convivencia entre gatos y bebés

Llegados a este punto, te preguntarás… ¿Las mujeres embarazadas pueden estar cerca de los gatos?

Te proponemos lo que debes tener en cuenta y qué debes hacer si la mamá embarazada y el gato comparten un hogar, así como también si debes prevenir cualquier daño potencial.

¿Es seguro que una mujer embarazada tenga un gato?

En términos generales, es seguro que una mujer embarazada viva e interactúe con un gato. Si la futura mamá y el gato tienen una buena relación, el gato puede ser de gran ayuda para una madre embarazada. Acariciar a los gatos nos ayuda a relajarnos, algo que puede ser muy beneficioso durante la experiencia a menudo estresante del embarazo. Esto no significa que no debamos considerar algunos factores si tenemos un gato durante el embarazo.

Hay mucha información sobre gatos y mujeres embarazadas, pero parte de ella se origina en una preocupación genuina. Más específicamente, la gente está preocupada por la toxoplasmosis.

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Esta es una enfermedad parasitaria causada por el Toxoplasma gondii, un protozoario intercelular que es zoonótico, traducido quiere decir que es un parásito que puede transmitirse entre gatos y humanos.

Los humanos somos un simple huésped para el parásito del Toxoplasma gondii y los gatos son el huésped definitivo, lo que significa que no puede cumplir su ciclo de vida en otros animales o humanos. Sin embargo, pueden infectar a la mayoría de los animales de sangre caliente, lo que nos incluye a los humanos.

Toxoplasmosis

La enfermedad que provoca suele ser asintomática en los gatos y lo mismo puede ocurrir con los humanos. Si un ser humano contrae toxoplasmosis, puede tener síntomas similares a los de la gripe, como dolores musculares y cansancio.

Algunos humanos son más susceptibles a la enfermedad, incluidos aquellos con inmunodeficiencia. Esto incluye a las personas con enfermedades autoinmunes, y por supuesto a los fetos. Aunque la madre no muestre muchos síntomas, existe un 30% de posibilidades de que puedan infectar al feto. Cuanto más avanzado sea el desarrollo fetal, más probable es que ocurra la toxoplasmosis.

La preocupación se debe al efecto potencial de la toxoplasmosis en el feto en desarrollo. Es posible que pueda llevar a la muerte del feto. Si el feto sobrevive, existe cierto riesgo de que el bebé tenga problemas de desarrollo, como sordera, ceguera o encefalopatía. Es por esta razón que muchos futuros papis se preguntan si las mujeres embarazadas pueden estar cerca de los gatos.

Afortunadamente, el riesgo de que una mujer embarazada se infecte con toxoplasmosis es muy bajo.

De hecho, hay varios estudios que muestran que vivir con un gato no aumenta significativamente el riesgo de infección, siendo más preocupante el consumo de carne mal cocinada o preparada. Existe un riesgo ligeramente mayor si se convive con una camada de gatitos.

Gatos, mujeres embarazadas y toxoplasmosis

Tocar y acariciar a tu gato no es una fuente de infección por toxoplasmosis. La transmisión de los parásitos Toxoplasma gondii puede ocurrir en las siguientes situaciones:

Por esta razón, las mujeres embarazadas deben tener mucho cuidado al trabajar en el jardín, limpiar la caja de arena del gato, preparar la comida y otras circunstancias. Si como mujer ya has sufrido una infección previa por toxoplasmosis, tu cuerpo debería estar preparado por si viene una nueva. Por lo que si nunca has tenido una infección por toxoplasmosis, corres un mayor riesgo.

La detección de toxoplasmosis es ideal ya que hay opciones de tratamiento disponibles en algunas circunstancias, incluso si una mujer embarazada está infectada. Desafortunadamente, este tipo de detección no es muy común en la mayoría de los países. Esto se debe en parte a la tasa de incidencia relativamente baja.

Tratamiento de la toxoplasmosis en mujeres embarazadas

La toxoplasmosis en humanos ya desarrollados puede ser latente o aguda. El tratamiento diferirá según el tipo. Los fetos pueden infectarse con toxoplasmosis congénita, es decir, la madre la transmite del feto a través de la placenta. Si la mujer da positivo en toxoplasmosis, pero aún no ha llegado al feto, se puede tratar.

Aunque son numerosos los fármacos disponibles, el tratamiento de elección es la combinación de pirimetamina con sulfadiacina, que es capaz de controlar la fase de replicación rápida (fase aguda de la enfermedad), pero sin embargo no actúa sobre los quistes.

Frente a éstos parecen ser de gran utilidad los tratamientos con hidroxinaftoquinona (atovacuona) y azitromicina.

Si un bebé nace con la enfermedad, hay opciones de tratamiento disponibles para ayudar a reducir posibles problemas de desarrollo.

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Mujeres embarazadas y gatos

Un gato sano que no tenga toxoplasmosis no será una amenaza para una madre embarazada. 

Desafortunadamente, a menudo es una enfermedad asintomática lo que significa que no puedes estar segura de si te puedes infectar. Incluso los gatos de interior pueden infectarse si entran en contacto con un huésped intermedio, como un ratón. No obstante, debemos llevar al gato al veterinario para que le hagan una prueba de toxoplasmosis para estar tranquilos.

Los gatos que comen una dieta de alimentos crudos (como animales muertos de la calle), tienen acceso al exterior o no están desparasitados tienen más riesgo de contraer la enfermedad. Tendremos que tener mucho cuidado si este es el caso.

Medidas a tener en cuenta

No limpies el arenero

los ooquistes son esporas que protegen los cigotos de T. gondii y están presentes en grandes cantidades en las heces de los gatos infectados. Si una mujer embarazada toca esto y luego permite que entren en su cuerpo a través de un orificio, puede provocar una infección. Por esta razón, es mejor dejar esta tarea a alguien más en el hogar. Si vives sola, deberás tomar precauciones adicionales, como el uso de guantes y desinfectantes.

Cuidado con la jardinería

para estar muy seguro, este es otro trabajo que puede ser delegado a otra persona. Sin embargo, si una mujer embarazada quiere continuar con la jardinería, debe tomar precauciones como usar guantes de jardinería, evitar tocarse la boca y desinfectarse regularmente.

Aseo

aunque puedes acariciar a tu gato cuando estás embarazada, lo mejor es tener cuidado. Usa medidas de higiene adicionales y lávate las manos después de acariciar. Evita su parte trasera, en particular. Siempre que tengas cuidado, deberías poder interactuar como de costumbre.

Desparasitación

proteger a tu gato de enfermedades y parásitos mediante la desparasitación debe llevarse a cabo en cualquier etapa de su vida. Especialmente si convives con un gato. Si bien no existe un producto antiparasitario específico para proteger contra la toxoplasmosis en gatos, ayudarás a mantener al gato saludable y evitarás otros problemas.

Evita la carne cruda

Uno de los tipos de alimentos que más riesgo tienen de contener el parásito responsable de la toxoplasmosis son los embutidos crudos, incluido el jamón serrano y como se suelen comer no cocinados se recomienda su congelación previa.

La prevención de la toxoplasmosis en mujeres embarazadas no es solo algo que debemos considerar en términos de cuidado de mascotas. Debemos tener cuidado en todo momento de no exponernos a carne cruda, heces u otros factores de transmisión, lo que significa que debemos tener mucho cuidado cuando se trata de higiene.

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