Emprendemos nuestro tour hacia el sur, dirección Delta de l’Ebre en familia y en autocaravana, con la intención de dar la vuelta a españa.
El delta de l’Ebre es el escenario de una gran riqueza biológica que recibe una diversidad de fauna y flora de un valor inestimable. Con 320 km2 de superficie, el Parque Natural del Delta del Ebro constituye el hábitat acuático más extenso de las tierras catalanas (España) y representa un lugar de vital importancia dentro de los humedales del Mediterráneo. Un lugar más que aconsejable si viajas en familia.
Delta de l’Ebre en familia
La singularidad del Delta del Ebro se expresa por su realidad física, geográfica, natural y también, por sus tradiciones particulares, la cultura, el patrimonio arquitectónico y la historia, todo ello lo hacen atractivo para hacer turismo en familia.
Naturaleza en estado puro
El Parque Natural del Delta del Ebro es un lugar privilegiado, por el atractivo de sus playas naturales y la costa que invita al descanso y la relajación, los extensos arrozales, invitan al descubrimiento de experiencias de turismo sostenible, con una amplia gama de actividades interesantes y originales que se puede realizar personalmente o con guia y así, disfrutar de los recursos de los paisajes, la naturaleza y la cultura.
Birdwatching
Podemos observar las aves durante todas las temporadas del año, con bandadas de aves, una gran colonia de flamencos, y otro tipo de pajaros, tanto residentes como reproductivas, migraciones en primavera y otoño llenas de sorpresas y en invierno, áreas acuáticas llenas de vida.
Cicloturismo
El Delta del Ebro es un espacio ideal para excursiones en bicicleta de una manera tranquila y sin mucho esfuerzo físico. Disfrutarás del paisaje acompañado por tu pareja, tus amigos o tu familia. La disposición de la tierra, completamente plana, hace de este uno de los mejores medios de transporte para recorrer el delta, con sus lagunas, arrozales y miradores. Puedes seguir una antígua via de tren que recorre el parque natural.
La gastronomía del delta del Ebro es un reflejo del paisaje mediterráneo. Se trata de una dieta diversa y equilibrada, la comida del huerto comparte protagonismo con la del mar.