La idea de que los bebés recién nacidos deben quedarse dentro de casa es un cuento de viejas y completamente falso. Recibir aire fresco y luz solar natural es bueno tanto para usted como para tu bebé, sin importar lo recien que haya nacido. Pero, Cuándo puedes salir a pasear con tu recién nacido? De hecho, no hay ninguna razón médica para no llevar a tu bebé afuera durante el día después de que lo lleves a casa desde el hospital, siempre y cuando ambos os sintáis con ganas de hacerlo.
¿Cuándo puedes salir a pasear con tu recién nacido?
Sin embargo, debes tomar algunas precauciones e implementar ciertas restricciones para mantener saludable a tu bebé. Aquí hay algunas pautas sobre dónde ir y dónde no ir con tu recién nacido, cómo vestirlo adecuadamente y cómo protegerlo de los elementos.
Evita grandes multitudes
Si bien está bien salir al jardín o a un parque tranquilo, querrás hacer todo lo posible para evitar los lugares donde hay multitudes durante las primeras semanas de vida de tu bebé.
Cuanto más joven es, más inmaduro es su sistema inmunológico y más susceptible es a contraer gérmenes de otras personas y toses, estornudos y manos sucias cercanas. Una vez que tu bebé cumpla los 2 o 3 meses, su sistema inmunológico madurará significativamente y no tendrás que preocuparse tanto.
Los bebés son irresistibles, antes del covid los extraños deseaban achuchar o tocar a un bebé tan pequeño. Con las nuevas medidas de seguridad y distanciamiento, ya no debe ser algo que nos preocupe. Aún así hay que prevenir en centros cerrados, supermercados o cualquier otro lugar que no sea de nuestra burbuja.
Una buena forma de proteger al bebé de las manos llenas de gérmenes de extraños es llevarlo en un cabestrillo. Cuando los familiares o amigos quieran cargar con tu bebé, insiste en que primero se laven las manos.
Viste a tu bebé según el clima
Antes de salir de casa, es posible que sientas la tentación de envolver a tu bebé en capas adicionales o, si es verano, ponerlo en un cochecito con solo su pañal. La regla general es vestir a tu bebé adecuadamente con el tiempo que hay actualmente, ni demasiado caliente ni demasiado frío, y añadirle una capa adicional.
Utiliza tu propia ropa como guía. Si te sientes cómodo usando una camiseta, pon a tu bebé una camisa de manga larga, y si usas una sudadera, es posible que el bebé también necesite una chaqueta ligera. Siempre ten a mano una manta de repuesto para usar como capa extra.
A diferencia de los adultos, los bebés no pueden regular su temperatura corporal de manera tan eficiente. Así que vigila con cuidado a tu bebé para asegurarte de que no tenga demasiado calor o frío. Escucha las señales de tu bebé, si se siente incómodo, llorará para avisarte.
Si tu bebé tiene demasiado calor, es posible que se ruborice y sude un poco. Retira una capa o manta. Mientras el bebé no esté expuesto al sol, está bien usar solo un pañal durante el calor sofocante, pero no querrás quedarte afuera mientras haga calor por mucho tiempo.
Asimismo, si tu bebé tiene frío, es probable que llore para avisarte. Si la temperatura es fría, mantén a tu bebé bien abrigado con las manos y los pies metidos hacia adentro para mantenerlo caliente. Y siempre asegúrate de que tu recién nacido use un sombrero al aire libre cuando haga frío, ya que los humanos perdemos calor corporal a través de la cabeza.
Protege a tu bebé de los elementos atmosféricos
Ya sea en invierno o en verano, enfrentarse a los elementos de la naturaleza sin la protección adecuada nunca es una buena idea. Esto es lo que necesitas saber para las diferentes estaciones del año.
En invierno
Es perfectamente seguro llevar al bebé afuera en el invierno, siempre que esté bien abrigado (como se mencionó anteriormente), siempre que la temperatura no sea demasiado fría y hagas un paseo breve. A veces, los bebés necesitan algunas bocanadas de aire fresco y luz natural, especialmente si tienen cólicos.
Ten cuidado en climas fríos. Los bebés tienen un mayor riesgo de hipotermia, debido a su sistema nervioso aún en desarrollo, la cantidad mínima de grasa subcutánea y la incapacidad de temblar para aumentar la temperatura corporal. Si el clima está helado afuera, aún puedes sacar al bebé para hacer paseos rápidos, siempre que el factor de sensación térmica no sea exagerado. No permanezcas fuera por más de unos minutos.
En primavera
La primavera es una época maravillosa del año para tener un recién nacido. El frío del invierno ha empezado a descongelarse y los días se hacen más largos. Este es un momento ideal para disfrutar de un paseo o una excursión al parque infantil con niños mayores.
Sin embargo, los días de primavera pueden ser engañosos. Un día brillante y despejado puede dar paso rápidamente a ráfagas de aire invernal o una lluvia repentina. Verifica siempre el tiempo antes de sacar a tu bebé en la primavera y ten a mano un paraguas para el cochecito, mantas adicionales y una muda de ropa en caso de que se vea atrapado en un aguacero inesperado.
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En verano
Deberás proteger a tu bebé del sol, el calor excesivo y los mosquitos.
En los días calurosos, trata de evitar el calor del día y, en su lugar, intenta programar las actividades al aire libre para la mañana o la tarde. Si el termómetro alcanza temperaturas muy altas procura hacer actividades de interior.
Los bebés menores de 6 meses nunca deben usar protector solar, por lo que deberás mantener al bebé a la sombra y usar un parasol. Cuando salgas a caminar o vayas al parque, usa un cochecito con sombra y asegúrate de que el bebé no esté expuesto a la luz solar directa en ningún momento.
Si tu área tiene muchos mosquitos, es posible que desees usar una red de malla para cubrir el cochecito, pero asegúrate de que la malla esté lejos de la cara de tu bebé.
En el otoño
Al igual que en primavera, el otoño puede ser un buen momento para tener un bebé. La temperatura es moderada, con muchos días soleados y hojas coloridas para disfrutar y estimular la vista. Sin embargo, el clima también puede cambiar rápidamente en los días de otoño.
A principios de otoño, las mañanas frías pueden dar paso a las tardes de verano, mientras que a finales de otoño, los días soleados pueden tener un frío invernal engañoso. Las capas son la clave en el clima otoñal, así que asegúrate de tener mantas adicionales para mantener a tu recién nacido abrigado al aire libre.
Cuando llegues a casa
Cuando llegues a casa después de un paseo, asegúrate de lavarle las manos a tu recién nacido, especialmente si alguien lo ha tocado y con esta nueva situación excepcional. También es de vital importancia lavarte las manos a menudo para evitar transferir algo que puedas tener hacia el bebé. Algunos padres se sienten mejor bañando al bebé después de regresar a casa de las excursiones, especialmente las compras en el supermercado o el centro comercial donde el bebé puede haber estado expuesto a gérmenes y virus.