Icono del sitio My Cool Family

Coches de juguete, un regalo clásico y didáctico para niños y niñas

Los coches de juguete son, desde hace varias generaciones, un regalo muy clásico para niños, aunque también para niñas, pues hay que desterrar ya esa idea de los estereotipos en los productos infantiles. No importa si son teledirigidos, con opción de transformarse en otras criaturas, en miniatura simulando a modelos reales o cualquier otra variedad.

A niños y niñas les gusta moverlos por casa, jugar con ellos, descubrir formas y colores, e incluso aprender algo sobre mecánica. Y desde hace unos años, a los clásicos coches de juguete tradicionales se suman también los que llevan pedales o son eléctricos, que no son más que vehículos diseñados para que los niños y niñas lo conduzcan.

¿Qué motivos explican el uso de estos juguetes?

Los coches de juguete estimulan el placer de los pequeños por la coordinación, la mecánica y la velocidad. Ya sea moviendo los propios cochecitos con sus manos, con un mando de control o desplazándose sobre ellos.

Con ellos responden a una de las máximas de los juguetes y del juego, utilizar esta actividad como método de aprendizaje para ser adultos. En el mundo animal el juego no es más que una preparación para la vida adulta y esto es algo que vemos muy frecuentemente en los cachorros de felinos cuando corretean entre ellos, se mordisquean e intentan cazarse.

En el caso de los coches de juguete, con ellos pueden aprender sobre educación vial, sobre la industria de la automoción, favorecen la orientación espacial y el control y estimulan su imaginación.

¿Qué tipos de coches de juguetes son los más habituales?

Los Coches de juquete han sido y son un elemento infantil que con el tiempo ha evolucionado en marcas como Hot Wheels, que se ha asentado como todo un referente dentro de la industria por sus múltiples opciones.

Así, más allá de coches, esta firma también diseña circuitos hot wheels para ampliar la diversión y el aprendizaje de los más pequeños. De este modo, los niños y niñas se entretienen con los propios coches y con estructuras para hacer más cómodo su desplazamiento.

Los mejores productos de la firma son sus pistas hot wheels desmontables con horas de diversión garantizadas, y su buque insignia es el Pista Hot Wheels Tiburón, que incluye a un escualo como enemigo al que hay que tratar de vencer en una imaginaria ciudad.

El universo de los coches de juguete tiene en los productos de esta firma, incluidos también los lanzadores hot wheels, opciones inabarcables de entretenimiento. La empresa lleva formando parte de los recuerdos de niños desde los años 90, cuando se introdujo en el mercado diseñando modelos vistosos y basados en películas o personajes reconocibles.

Este fenómeno dio una vuelta más de tuerca a la diversión con estos juguetes, que hasta el momento se basaba, principalmente, en coches de metal o de madera, coches con parking y los coches y circuitos teledirigidos.

Los coches de metal, los más clásicos

Los coches pequeños de metal son los más tradicionales, aunque siendo honestos con la verdad, los hay incluso que los superan, los de madera. Estos coches están en todas las viviendas y todos los niños han jugado con ellos en alguna ocasión.

Los sets de estos juguetes incluyen decenas de coches

Lo que favorece la diversión, y también que se pierdan, pero no cabe duda de que con ellos se pueden hacer carreras muy competitivas. Para jugar únicamente se necesita un pasillo grande, un porche o un jardín con suelo estable para hacer el recorrido de carreras e intentar que los pequeños vehículos no se salgan de ellas.

Por otra parte, los coches de metal también forman parte de colecciones a escala de vehículos reales en las que más que el juego lo que se busca es el coleccionismo, una afición que atrae más a los adultos que a los propios niños.

Los coches con parking

Con esta fórmula lo que sucede es que se reducen las opciones de juego de los pequeños, pues el movimiento queda delimitado por el parking o por la estructura diseñada: una ciudad, un parking, un taller mecánico… No obstante, la presencia de varios pisos permite a niños y niñas divertirse moviendo los vehículos de un lado a otro, y lo que es también importante, reproduciendo a escala lo que sucede en la vida real, de modo que es un aprendizaje para la vida adulta.

Una fórmula parecida a esta práctica es lo que proponen los circuitos hot wheels, porque las estructuras sirven para delimitar los movimientos de los coches, o incluso los lanzadores hot wheels, en los que los pequeños se asombran por la velocidad que pueden alcanzar estos juguetes.

Coches teledrigidos

Esta modalidad es ir un paso más allá, consiste en manejar un vehículo con control remoto. Sirve para que los niños controlen la velocidad, midan la distancia y aprendan sobre coordinación.

Existen muchos modelos de coches teledirigidos, así como circuitos que pueden ser diseñados por los propios pequeños para poner a prueba su capacidad de manejo de estos dispositivos.

Salir de la versión móvil