Enseñar matemáticas a tus hijos es tan fácil como 1 + 1 = 2. Ve más allá del lápiz y el papel para hacer de las matemáticas una experiencia de aprendizaje divertida para ti y para tus hijos. Estas técnicas rápidas y fáciles te ayudarán a enseñar matemáticas a tus hijos y los convertirán en minimatemáticos.
Fichas de matemáticas
Las fichas como las que puedes encontrar en fichasdematematicas.com pueden mostrarle lo que es 2 + 2, pero dejar que los niños adquieran experiencia práctica con el conteo puede funcionar mejor. Evalúa las preferencias de aprendizaje de tu hijo probando tanto fichas de matemáticas como experiencias prácticas.
En la web fichasdematematicas.com encontrarás fichas para aprender conceptos de competencia matemática básica, como los números o aprender a contar. También conocimientos propios de Primaria como las tablas de multiplicar, las divisiones, operaciones combinadas o fracciones. Desde su índice podrás acceder a los materiales y fichas para descargar.
Empieza por contar
La enseñanza de las matemáticas empieza cuando tu hijo sabe los números. Puede ayudarlos a aprender a contar con las mismas estrategias que usarás para enseñarles matemáticas.
Los niños pueden responder mejor a memorizar los números que repite o bien pueden aprender números al contar objetos del uno al diez. Un método que puede funcionar para uno de tus hijos puede no serlo para otro. Mide a cada niño individualmente. En nuestro caso, Enzo, cada vez que vamos en ascensor contamos los botones de cada rellano, o en el super, contamos la fruta a parte de identificar cada artículo que vemos.
Una vez que tu hijo empiece a contar, estará listo para empezar con algunos principios matemáticos básicos. Ellos estarán sumando y restando antes de que te des cuenta.
Usa objetos cotidianos
Ya tienes todo lo que necesitas para empezar a enseñarle matemáticas a tu hijo. Botones, monedas de un céntimo, dinero, libros, frutas, latas de sopa, árboles, coches: puedes contar los objetos que tienes a tu disposición. Las matemáticas son fáciles de enseñar cuando observas todos los objetos físicos que puedes contar, sumar, restar y multiplicar.
Los objetos cotidianos también te ayudan a enseñarle a tu hijo que los objetos no tienen que ser idénticos para ser importantes en matemáticas. Contar manzanas es una gran lección de matemáticas, pero contar manzanas, naranjas y sandías juntas expande el proceso de pensamiento. El niño está conectando el conteo con varios objetos, en lugar de ejecutar un juego de números de rutina de 1, 2, 3.
Juega a juegos de matemáticas
Hay muchos juegos en el mercado que prometen ayudarte a enseñar matemáticas. El juego del parchí o la oca y la suma de dados enseñan sumas simples. El juego Serpientes y Escaleras enseña a los niños los números del 1 al 100.
Los juegos de mesa matemáticos avanzados van y vienen, así que busca en las tiendas los juegos más populares de la actualidad. Los clásicos como Yahtzee, PayDay, Life y Monopoly son siempre buenos recursos para sumar y restar.
Algunos de los mejores juegos de matemáticas provienen de tu propia imaginación. Juega una búsqueda del tesoro de matemáticas. Usa tiza para garabatear números en el camino de entrada e interroga a tus hijos con preguntas de matemáticas que deben responder corriendo hasta el número correcto. Empieza a contar con bloques. Las matemáticas pueden convertirse en una actividad que disfrutan en lugar de un ejercicio educativo.
Hornea galletas
Las galletas son excelentes herramientas de enseñanza. Si bien puedes contar las galletas que horneas para las matemáticas simples, un lote nuevo también es perfecto para enseñar fracciones .
Con un cuchillo de plástico, los niños pueden aprender a cortar una galleta en octavos, cuartos y mitades. El acto de ver visualmente como creas un cuarto de unidad, así como el de poder cortar ese todo en cuartos, deja una impresión en la mente de un niño.
Usa esos pequeños trozos de galleta para enseñarle a tu hijo a sumar y restar fracciones. Por ejemplo, 1/4 de galleta + 1/4 de galleta = 1/2 galleta. Junte las piezas para que puedan ver la mitad de la galleta.
Una alternativa a hornear galletas es usar tu propia plastilina. Por supuesto, no puedes comer tus fracciones cuando hayas terminado de aprender matemáticas, pero puedes reutilizar la plastilina para moldear.
Invierte en un ábaco
Incluso a las manos más pequeñas les encanta deslizar cuentas de ábaco de un lado a otro a lo largo del alambre. Se puede usar un ábaco para enseñar a los niños a sumar, restar, multiplicar y dividir.
Con un ábaco, los niños desarrollan habilidades para resolver problemas. Hay una lógica detrás del uso de un ábaco, así que asegúrate de saber qué grupo de números representa cada cuenta de color para usarlo con precisión.
Haz de las matemáticas una actividad diaria
Utiliza las matemáticas en su rutina diaria. Ayuda a tu hijo a aprovechar al máximo sus lecciones de matemáticas cuando las incorpore a su vida diaria mientras establece metas que pueden alcanzar.
- En un semáforo en rojo, ¿cuántos coches azules ves?
- En el supermercado, ¿cuántas manzanas podríamos comprar si solo tuviéramos 10€?
- En el consultorio del médico, ¿cuántos niños quedarán en la sala de espera cuando se llaman a tres para que vuelvan?
- Si solo comiéramos 1/4 de nuestro desayuno, ¿cuánto nos quedaría?
- ¿Cuánto costarán los pañales si tienen un descuento del 25 por ciento?
- En la autopista, ¿cuánto suman los números de la matrícula del coche que tenemos delante?
- ¿Cuántas camisetas pones en la lavadora?
- Si necesitas dividir ocho cuartos entre cuatro personas, ¿cuántos cuartos tendría cada persona?
Una vez que le muestres a tu hijo lo divertidas que pueden ser las matemáticas, ganarás entusiasmo por aprender que puede aplicarlo a otras materias.
Una vez que los niños disfrutan aprendiendo, no hay nada que los detenga.